Contexto Histórico

 

Contexto histórico del neopositivismo

El neopositivismo como movimiento filosófico tiene su origen en el siglo XX, específicamente entre los años veinte y treinta, desarrollándose en zonas como Europa y Norteamérica. Puntualizando en sus raíces, surge por parte de un grupo de pensadores conocidos como “El Círculo de Viena”, que compartían el estudio científico como principal característica en común. Dicho grupo data del año 1922, donde Moritz Schlick dirige la cátedra de ciencias inductivas de la Universidad de Viena y se constituyeron en torno suyo un grupo de científicos (físicos, matemáticos, sociólogos) preocupados por la filosofía de la ciencia. Entre ellos se podrían mencionar R. Carnap, K. Gödel, V. Kraft, O. Neurath, entre otros. (Gutiérrez,2021)

Este movimiento iniciado en Viena tuvo una rápida expansión en sitios académicos importantes como Berlín, Oxford, etcétera; y se fueron organizando congresos como en 1929 en Praga, 1935 en París y en 1939 en Estados Unidos. La expansión del nazismo en Europa hizo emigrar a la mayor parte de sus miembros, y la segunda guerra mundial interrumpió el desarrollo del Círculo, que ya para entonces se conocía como neopositivismo, positivismo lógico, empirismo lógico y continúa vigente en la actualidad (Gutiérrez,2021).

Circulo de Viena

Es importante destacar, que al analizando etimológicamente, esta corriente filosófica en su nombre se compone del prefijo neo-, que hace referencia a cierta  inspiración del “positivismo” que se desarrolló en el siglo XIX, en cuanto al objetivo de negación se refiere y diferenciándose como movimientos independientes, impulsado por pensadores como Hume, Auguste Comte, John Stuart Mill, entre otros y que se da como consecuencia de los del fortalecimiento de los avances tecnológicos-científicos y el debilitamiento del conocimiento fundamentado en principios religiosos o metafísicos 

 La década de 1920 fue trascendental en cuanto a la cantidad de innovaciones que cambiaron el mundo significativamente, sobre todo de orden tecnológico, por ejemplo, el automóvil empezó a tomar protagonismo en el paisaje de las ciudades, la radio se convirtió en medio de comunicación universal; la aparición de zepelines y aeroplanos. Ante el crecimiento científico-tecnológico, el ser humano se ve motivado  en la búsqueda de veracidad en las proposiciones realizadas mediante demostraciones significativas que les otorgaran la confianza perdida en el conocimiento anudado a la metafísica, religión, filosofía de la época, etc (Gutiérrez,2021).